Okupas
escrito por María del Mar Saldaña
Desde hace varios días, unos desconocidos se han instalado en mi vivienda. Aunque ya había oído hablar de esas personas que entran en casas ajenas y las hacen suyas, nunca pensé que algo así podría ocurrirme a mí, a mi edad, que llevo siglos aquí, en este edificio, que me conozco a todos los vecinos, a todos los tenderos del barrio, hasta a los conserjes. ¡En fin! Que ahora tengo que aguantar al padre, que no cierra la tapa del retrete; los cánticos desafinados de la señora; las burlas del adolescente; y los berrinches de la pequeña, que cada vez que me ve rompe a llorar desesperadamente. No sé cómo echarlos. Ya he jugado con las luces, movido las cortinas, cambiado los muebles de sitio, encendido los electrodomésticos desenchufados y hasta me he manifestado. No tengo otra cosa mejor que hacer. ¡Mierda! Voy a tener que ir hacia la luz.