He Dicho
escrito por María del Mar Saldaña
El oficio del escritor es complejo, uno hace su trabajo despacito y con buena letra, pensando que algún día podrá vivir del cuento siendo, en pocas palabras, casi una quimera. Para un autor es imposible dejar algo en el tintero, la imaginación no tiene límites y de un cuento nacen ciento. ¡Cuántos relatos se habrán quedado sin publicar! Sé de buena tinta que somos como un Quijote, llenos de historias ilusorias que nos hacen confundir la realidad con la ficción.
¿Debería pasar página? (Ya estoy otra vez, erre que erre, con lo de dedicarme a otra cosa.) ¡No! Soy un literato de tomo y lomo.
El problema es que las editoriales, que saben latín, controlan el monopolio de la edición y la publicación. Creo que ha llegado la hora de ponerles los puntos sobre las íes. ¡De que corran ríos de tinta! ¡Los escritores merecemos ser felices y comer perdices!
