Patrañas
escrito por María del Mar Saldaña
La infancia, lejos de ser una etapa ilusionante, es puramente engañosa. Los adultos se aprovechan de la ingenuidad de los infantes para meterles en la cabeza todo tipo de falsedades, como la existencia de Papá Noel, los Reyes Magos, los gnomos, las hadas, o que los niños vienen de París en los picos de las cigüeñas, e incontables falacias más. Nunca he entendido el porqué de esta práctica social y familiar. ¿Nadie ha pensado en cuántos traumas inconscientes implantan al adulto cuando en su niñez descubre tantas mentiras? Gracias a estas invenciones, y a partir del día en que mi madre aseguró que podía verme en todo momento a través de un agujerito, he vivido aterrorizado toda mi vida. Desde que murió, no paro de darle vueltas al asunto, cada vez que me acuesto en la cama y miro al pequeño orificio que hay en el techo, la encuentro observándome.
