Maixabel/El buen patrón

En una semana de consulta médica, tanatorio y guerra, el cine es lo único que nos salva la pelleja. Cuánto tenemos que agradecerle, aunque a veces, siempre demasiadas, nos llevemos un disgusto.

Hemos visto “Maixabel”, esta de Icíar Bollaín que le ha valido el goya a Blanca Portillo. Bollaín es una directora que nos gusta y respetamos. Nos deslumbró con “¡Hola!, ¿estás sola?”, y aunque en ocasiones  ha despachado filfa, saludamos su compromiso y honradez. La honradez es una cosa que a veces da sueño y otras urticaria, es así de rara. “Maixabel” se sustenta en el enorme trabajo de Portillo, una actriz institucional, y secundariamente en Luis Tósar, un actor hirsuto del bigote y ya todo entero hasta llegar a los pies. Salen estas necesarias películas sobre el terrorismo etarra, pero cuando caía la sangre sobre el asfalto, fue el gran Mario Camus con la excelente e injustamente olvidada “Sombras en una batalla”, quien mejor retrató el drama. También Imanol Uribe subió a la cumbre con “Días contados”, que le daba sopas con hondas a la novela de Juan Madrid.

La película de Bollaín se desarrolla en largas escenas de mucho diálogo y poca gente. No carece de emoción, a veces incluso se sublima, aunque el discurso nos parezca en algunos momentos un poco autocomplaciente y didáctico, y esto pica, porque dogmatismos al toti de tu prima. Con todo, el conjunto es más que correcto y nos alegramos de haberla visto, además de agradecer la reivindicación de la personalidad rara de Maixabel Lasa, un ser humano verdaderamente excepcional. Merece un aplauso, ella y la película que ha inspirado.

Siempre hemos tenido serios problemas con Javier Bardem, un buen actor al que a veces vemos en la pantalla con su entrenador Juan Carlos Corazza subido a la chepa, aunque Corazza esté en ese momento entrenando a otra actriz o cenando en casa. Le han dado también un goya, ya sabes, por “El gran patrón”.

Fernando León de Aranoa hizo la espantosa “Loving Pablo” en 2017 y creímos que a lo mejor se lo estaba pensando, pero no: ha vuelto. Con “El buen patrón” nos reconciliamos sin rencores, puesto que ha regresado a la mordacidad, brillantez y equilibrio de la magistral “Familia”, que debutó. Qué película tan divertida, cuánto talento para mechar el drama en la comedia, y qué bien está Bardem (un derrumbamiento devastador e hilarante) y todos menos una, ya tú sabes. Es cierto que a veces nos da la impresión de que el asunto va a descarrilar de un momento a otro, pero sus contados excesos apenas hacen tambalear un guión espléndido. Vaticinamos el desenlace, y no nos importó: mérito. Es muy reconfortante que lleve medio año proyectándose en los cines.

Posdata: También nos hemos comido los 8 episodios de “Archive 81”, la aclamada serie de terror que da Netflix. ¿Qué podemos decir de esta serie? ¿Qué es esta serie? Y lo más inquietante: ¿por qué esta serie? Este rompecabezas que seguimos con la lengua fuera (o durmiendo, o sea que estás perdido), hay para mucha gente que sí, pero para nosotros, a otro perro con ese hueso.